La presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia y líder de la iniciativa “Cuba Decide” fue galardonada por su aporte a la defensa de la libertad y los derechos humanos.
La joven de 29 años es hija de Oswaldo Payá (1952-2012), quien a su vez fue fundador del Movimiento Cristiano de Liberación. En este sentido su hija, en un reconocimiento mundial, se ha convertido en un referente del pensamiento humanista cristiano y los valores democráticos.En su visita al país, además de recibir la Medalla de Honor de Liderazgo y Compromiso Público, entregada por la Escuela de Liderazgo, sostuvo encuentros y reuniones con destacadas personalidades tales como el presidente de la República, Sebastián Piñera, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Roberto Ampuero.
Al respecto, el rector Carlos Williamson destacó que “el trabajo de Rosa María Payá no se ha limitado sólo a Cuba. Desde la presidencia de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, ha hecho patente la situación de Venezuela, de igual forma ha levantado alertas sobre Nicaragua y ha pedido respuestas ante las violaciones a los Derechos Humanos en México. En un mundo individualista y exitista, nuestra homenajeada podría haber escogido el camino de una vida privada fácil en la seguridad del anonimato. Evitarse detractores y enemigos. Sin embargo, su opción fue la defensa pública de la libertad y de los derechos humanos”, destacó la máxima autoridad académica de la USS.
Magdalena Vicuña, vicerrectora de Desarrollo Estudiantil, entregó las motivaciones que la Escuela de Liderazgo encontró en Rosa María Payá para hacerla merecedora de esta medalla argumentando que “para nosotros,como Universidad San Sebastián, Rosa María Payá significa un testimonio claro respecto a la importancia de la participación de la juventud en la contingencia tanto nacional como continental. Ella es, para nosotros, defensora de la verdad y las libertades. Desde esa perspectiva es un honor poder homenajearla con esta medalla que está destinada a personas que reúnen los más altos méritos”.
Tras recibir el galardón, Rosa María Payá expresó que “para mí es un gran honor y agradezco mucho a la Universidad este reconocimiento, que se da en el marco de la defensa y el rescate de los principios del humanismo cristiano que son la guía, la herencia, de la labor y el trabajo de mi padre. Yo reconozco también este premio como una manera de honrar su legado, de honrar la lucha de todo el pueblo cubano”.
Cabe destacar que esta es la segunda ocasión en la que se hace entrega de la medalla de Honor de Liderazgo y Compromiso Público USS. Anteriormente, el año 2017, los homenajeados fueron el matrimonio de Lucy Ana Avilés y Benjamin Walton quienes aportaron los recursos para la venida del avión “SuperTanker” para apoyar y contribuir al combate de los incendios forestales que afectaron a la zona centro sur de Chile.
Santiago, 4 de mayo de 2018
Auditorio
Campus Bellavista
Buenas tardes.
A nombre de la Universidad San Sebastián quiero darles una cordial bienvenida a esta ceremonia en la que nuestra Universidad, por intermedio de su Escuela de Liderazgo, entrega la Medalla de Honor de Liderazgo y Compromiso Público a aquellas personalidades que reúnen nuestros valores, valores que son nuestra guía y que confiamos estén presentes en las vidas de nuestros estudiantes.
Hoy nos convoca Rosa María Payá, una mujer valiente que nos honra con su presencia y que encarna aquellos principios que orientan el quehacer de esta Universidad.
En primer lugar, la BÚSQUEDA DE LA VERDAD
“Los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político, no son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras”, así lo decía Oswaldo Payá en Diciembre de 2002 ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, al recibir el prestigiado premio “Andrés Sajarov” que se concede anualmente a individuos y organizaciones que luchan en el mundo por la libertad y la democracia.
10 años más tarde la voz de Oswaldo Payá fue silenciada, pero no fue olvidada. Su bandera de lucha fue recibida por su hija Rosa María quien, desde entonces, con la fuerza de su juventud, ha defendido el derecho a una democracia real en Cuba y a esclarecer las verdaderas causas de la muerte de su padre.
SU VOCACIÓN POR EL TRABAJO BIEN HECHO
Rosa María a sus 29 años ha emprendido una cruzada testimonial. Desde la plataforma del movimiento Cuba Decide, el cual dirige, espera lograr una verdadera transición a la democracia en su país a través de un plebiscito vinculante con la recuperación de todos los derechos de sus compatriotas y así restablecer en su país un régimen auténticamente democrático.
Como dijo su padre: “Nuestros pueblos latinoamericanos están reclamando la democracia real que es aquella en la que se puede construir la justicia”. Y sin duda Rosa María ha tomado este trabajo con toda seriedad y dedicación, difundiendo sus propósitos, así como la realidad de su país.
LA IMPORTANCIA DE LA HONESTIDAD
El camino no ha estado exento de penas y peligros, sin embargo, esta joven licenciada en Física y fotógrafa aficionada, no ha temido hablar con honestidad y levantar la voz cada vez que se ha intentado acallar. Como en marzo de 2013, cuando se dirigió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y criticó al gobierno cubano por no permitir un plebiscito sobre las libertades básicas y al mencionar las extrañas circunstancias en las que falleció su padre, fue objeto de censura por los representantes de la isla y sus países aliados. Aun así, a Rosa María no le tembló la voz y preguntó con convicción: «¿Cuándo finalmente el pueblo de Cuba disfrutará de democracia básica y libertades fundamentales?».
LA RESPONSABILIDAD
Su trabajo no se ha limitado solo a Cuba. Desde la presidencia de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, ha hecho patente la situación de Venezuela, de igual forma ha levantado alertas sobre Nicaragua y ha pedido respuestas ante las violaciones a los Derechos Humanos en México.
LA SOLIDARIDAD DE SU ENTREGA
En un mundo individualista y exitista, Rosa María podría haber escogido el camino de una vida privada fácil en la seguridad del anonimato. Evitarse detractores y enemigos. Sin embargo, su opción fue la defensa pública de la libertad y de los derechos humanos. Y cuando le preguntaron si se veía a sí misma como una futura líder, respondió: “No quiero hablar en nombre de los cubanos porque los cubanos nunca me eligieron a mí… Tengo una propuesta: que los cubanos tengan voz».
SU ALEGRÍA
Pese a lo vivido, Rosa María no ha perdido la alegría de la juventud. Su rostro siempre esboza una sonrisa y ante cada pregunta incómoda, ella responde con aplomo y seguridad, mirando de frente y con fe de que su cruzada pronto dará los frutos esperados: ver a sus compatriotas con la libertad de escoger su destino y su futuro.
Rosa María, gracias por ser hoy un ejemplo de liderazgo, de convicción y perseverancia. Gracias por ser una voz potente que trae a Latinoamérica una brisa refrescante de esperanza que se cuela en tantos rincones dónde hay opresión y total ausencia de respeto a los derechos humanos.
Se ha dicho tantas veces que Latinoamérica es el continente de la esperanza. Sí, Latinoamérica reclama jóvenes comprometidos y dispuestos a defender una ética social sostenida en los valores que tú representas y, por eso nuestra Universidad se enorgullece de contar con tu presencia y de reconocer públicamente con este homenaje la valentía de tus anhelos y convicciones.
Muchas gracias.
Carlos Williamson B.
Rector Universidad San Sebastián
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