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El Nuevo Código Penal Cubano, que entró en vigor en diciembre de 2022, perfecciona el uso de la legalidad comunista para reprimir toda expresión alternativa a la oficial. A partir de ahora, la dictadura cubana cuenta con herramientas más sofisticadas para legitimar claras violaciones de los Derechos Humanos de todas las personas; con facilidades para justificar las escaladas de violencia y las arbitrariedades. El nuevo CP forma parte de un ajuste del régimen para “legalizar” formas represivas perfeccionadas ante el aumento y diversificación de los mecanismos que la ciudadanía ha empleado en los últimos tiempos para desafiarlos y mostrar descontento.
Desde el 1ro de diciembre de 2022, quienes de manera reiterada “desobedezcan o incumplan las medidas que le hayan sido impuestas en forma legal por las autoridades competentes, o las advertencias realizadas como consecuencia de la inobservancia de las adoptadas por el órgano o entidad encargada de la prevención social” podrán ser sancionados entre seis meses y dos años de privación de libertad o multa de 200 a 500 cuotas, o ambas.
Una vez más, la dictadura modificó sus leyes para que coercer, amedrentar, encarcelar e incluso condenar a muerte a alguien por pensar y actuar libremente sea legalmente posible para las autoridades. El principal objetivo de la implementación del nuevo código penal es el terrorismo de estado en Cuba.
El nuevo código penal es una casi perfecta herramienta de represión política y social, pero la verdad es que las leyes de la dictadura en Cuba violan los Derechos Humanos desde hace décadas, y cuando las autoridades lo necesitan, violan sus propias leyes para seguir violando los Derechos Humanos.
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