La gravedad de los hechos de las últimas 72 horas en Cuba es alarmante. El régimen invirtió los escasísimos recursos de un estado en quiebra para realizar un simulacro de referéndum nacional que no contó con los más básicos estándares de transparencia, justicia, ni libertad. La farsa tiene el objetivo de lavarle la imagen a la dictadura para buscar dólares y desviar la atención de las protestas pro-libertad, las violaciones a los derechos humanos, la situación de los mas de mil prisioneros políticos y la crisis humanitaria que vive el pueblo cubano.
En adición, el Huracán Ian azotó el occidente de Cuba este 27 de septiembre. Los vientos y las inundaciones han dejados miles de afectados e incontables daños. El martes en la noche la isla quedó completamente a oscuras, la energía eléctrica no se ha restablecido en la mayor parte del país al momento de esta publicación. Las interrupciones eléctricas, ahora agravadas por la tormenta, son frecuentes y extendidas desde hace meses debido a la escases de petróleo, la falta de mantenimiento, la infraestructura obsoleta y el reciente incendio de los mayores depósitos de combustible en la Isla. Los promotores de Cuba Decide al igual que toda la ciudadanía enfrentan una capacidad muy limitada para comunicarse con el mundo exterior o incluso entre ellos.
La ineptitud de las autoridades para gestionar la crisis es criminal. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se ponga del lado del pueblo cubano y apoyen una transición pacífica a la democracia.
Alentamos a las democracias del mundo a ayudar al pueblo cubano a recuperar su soberanía apoyando la realización de un plebiscito vinculante monitoreado por la comunidad internacional para que el pueblo cubano pueda decidir cambiar el sistema hacia la democracia y salir de esta crisis.