Bruselas.- La plataforma Cuba Decide, una campaña que pide un plebiscito para cambiar el sistema político del país caribeño, mostró este lunes su decepción y preocupación ante la reunión conjunta que mantendrán este martes la Unión Europea y el Gobierno cubano, que, critican, «legitima» al régimen de la isla.
El encuentro, en el que participarán la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, es el primer Consejo Conjunto tras la aplicación provisional del acuerdo bilateral entre ambas partes el pasado noviembre.
En una rueda de prensa celebrada este lunes en Bruselas, tres activistas advirtieron de que «el régimen cubano está usando estas negociaciones como una manera de legitimarse en el poder, una legitimidad que los cubanos jamás les han dado en las urnas».
«Lamentablemente, no tenemos ninguna razón para pensar que las demandas de la ciudadanía cubana estén representadas (este martes) definitivamente no, en la voz del canciller de la dictadura y tampoco en la voz de alguien que llama a la dictadura una democracia de partido único», criticó la coordinadora de Cuba Decide, Rosa María Payá.
En @Europarl_ES , para alertar el peligro de dialogar con el régimen cubano si no se apoya la demanda de los ciudadanos para cambiar el sistema dictatorial hacia la democracia.
Gracias a todos los amigos europeos que luchan para que @eu_eeas sea coherente.#CubaDecide pic.twitter.com/h1HAQPTB68
— Rosa María Payá A. (@RosaMariaPaya) May 14, 2018
La activista, hija del disidente cubano fallecido en 2012 Oswaldo Payá, se refirió así a las palabras empleadas por el Servicio Europeo de Acción Exterior en un informe publicado en 2016, donde se definió a la isla como «una democracia de partido único donde hay elecciones a nivel municipal, provincial y nacional».
Payá declaró que su movimiento no entiende una relación de la UE con la dictadura cubana «que no comprenda el cese de la represión, la liberación de los presos políticos y el reconocimiento del derecho a decidir (el sistema en plebiscito) del pueblo cubano».
El acuerdo bilateral entre el club comunitario y Cuba supuso la firma de un marco legal para regular sus relaciones, un hito que la UE había alcanzado anteriormente con todos los demás países de esta región.
La representante de Cuba Decide advirtió de que este acuerdo «puede terminar favoreciendo la consolidación de este esfuerzo de la dictadura por prolongarse en el poder«.
«Lo que pensamos es que los demócratas europeos (…) deben comenzar a tener en cuenta a los otros actores que hay en Cuba, los ciudadanos y la sociedad civil cubanos, y no sólo relacionarse con Cuba como si el único actor fuera el dictador en el poder», recalcó Payá.
Quince de los veintiocho Estados miembros de la UE no han ratificado aún a nivel nacional el acuerdo UE-Cuba, y Payá se dirigió a ellos para instarles a que no le den luz verde, «a menos que se den las condiciones para su implementación».
Pidió específicamente la detención de la represión, la liberación de los presos políticos, que cifró en «alrededor de 115», y un cambio de sistema«que permita a los cubanos tener elecciones libres, justas y plurales».
Durante la rueda de prensa acompañaron a Payá dos activistas cubanas que pidieron mantener su anonimato por temor a posibles represalias en la isla, y criticaron que los ciudadanos no tienen «ni voz ni voto» y que han aumentado «la represión y el terror que sigue implantando el régimen castrista en la isla».
En su opinión, la llegada a la presidencia de Miguel Díaz-Canel el pasado 19 de abril no cambia las cosas, ya que en la isla «sigue, rige, manda y dispone Raúl» Castro, mientras que Díaz-Canel es «una marioneta».
Para las activistas anónimas, movimientos como Cuba Decide son «un golpe grande» para el régimen, ya que su apuesta por un cambio de sistema político y «para elegir a un presidente que sepa representar al pueblo cubano» ha «abierto puertas» en la isla.
Payá insistió en que su plataforma «no está pidiendo una foto con Mogherini», sino «formar parte del proceso (decisorio)», y calificó de «un insulto» el documento europeo que define a Cuba como «una democracia de partido único».
«Ese es el último mensaje que cubanos tienen de la UE, es un mensaje que abandona al pueblo cubano y traiciona la realidad de lo que entendemos en el mundo como una democracia», concluyó.
Fuente: EFE