El miércoles 22 de julio de 2020, durante 12 horas, la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) Rosa María Payá y cientos de promotores de la iniciativa ciudadana Cuba Decide, realizaron una jornada digital en tiempo real para homenajear a los mártires de la democracia cubana Harold Cepero (1980-2012) y Oswaldo Payá (1952-2012), ambos asesinados en la Isla el domingo 22 de julio de 2012, por agentes de la Seguridad del Estado que cumplían la criminal sentencia extrajudicial del gobierno cubano.
La jornada en conmemoración y análisis sobre el legado de estos dos luchadores pacíficos por la libertad de Cuba, se transmitió en vivo y se encuentra disponible en la página de Facebook y el canal de YouTube de Cuba Decide.
En coincidencia con la fecha, los senadores estadounidenses Ted Cruz (Rep-Texas), Bob Menéndez (Dem-New Jersey), Marco Rubio (Rep-Florida) y Dick Durbin (Dem-Illinois), reactivaron la discusión de una propuesta de ley bipartidista para nombrar como “Oswaldo Payá Way” la calle donde se ubica la embajada de la dictadura cubana en la capital norteamericana.
A lo largo del día, desde diversas partes del mundo se sumó una multiplicidad de voces en honor de Harold Cepero y Oswaldo Payá, en el octavo aniversario de este doble asesinato, el que, en el caso de Oswaldo Payá, se le había anunciado en persona por oficiales del Ministerio del Interior, los que durante años se le acercaban sin previo aviso para amenazarlo de muerte con total impunidad.
Más allá de internet, en la provincia de Santiago de Cuba, los miembros de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que también son activistas de Cuba Decide, en medio del hostigamiento de la policía política, salieron a algunos parques y otros lugares públicos portando flores, como símbolo de rebeldía ante el totalitarismo, pero también de reconciliación de cara al futuro de una nación cubana democrática.
José Daniel Ferrer García, el coordinador y fundador de la UNPACU, en su momento activista del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) creado por Oswaldo Payá, evocó así al ganador del Premio Sájarov 2002 del Parlamente Europeo: “Además de un luchador proactivo, perspicaz, rápido y efectivo en las respuestas a cada reto, a cada acción represiva, que unió con su trabajo a la mayoría de la oposición interna a favor del Proyecto Varela, Oswaldo Payá fue un gran ser humano preocupado por sus hermanos de lucha. Muy inteligente y honesto. Un buen cubano que inspiraba confianza y deseos de luchar por una Cuba libre y democrática.”
Mientras tanto, en La Habana, Zaqueo Báez, junto a decenas de activistas utilizaron el color amarillo de los girasoles para rememorar el legado vivo de Oswaldo Payá, alabando al Proyecto Varela del MCL porque “puso en evidencia el carácter violador de la dictadura, incluso con sus propias leyes”.
Por su parte, el movimiento cívico de las Damas de Blanco se congregó en su sede de la capital cubana para conmemorar esta fecha luctuosa, y su líder Berta Soler expresó al respecto: “Tanto Oswaldo como Harold son ejemplos de lucha contra el comunismo. La mejor forma de que su legado continúe vivo es seguir exigiendo la libertad de los presos políticos y ponerle fin a la dictadura que oprime a nuestra patria.”
Como parte de la transmisión en vivo por Facebook y YouTube, se sumaron a esta jornada de homenaje tanto amigos cercanos y familiares de Payá y Cepero, así como importantes personalidades del mundo intelectual y político. También se mostraron en video momentos significativos de entrevistas, declaraciones públicas, y discursos de Harold Cepero y Oswaldo Payá, a lo largo de sus vidas como ciudadanos en Cuba, las que el 22 de julio de 2012 fueron truncadas violentamente por la tiranía castrista, un régimen basado en el miedo y la mentira que todavía hoy aspira a perpetuarse en un poder opresivo que jamás ha sido votado por el pueblo cubano en elecciones libres, justas y plurales.
A lo largo del día, entre otras actividades de carácter solemne, religioso, etc., se organizaron varios paneles temáticos sobre la figura y obra de Oswaldo Payá, tales como “Por el camino del héroe” (con la ex diputada española de Unión Progreso y Democracia, Rosa Diez); “Memoria e identidad: las víctimas del comunismo en América Latina y el rol de los parlamentarios de hoy” (con parlamentarios mexicanos, colombianos, guatemaltecos y uruguayos); “La raíz del mal en Iberoamérica según sus líderes” (con el secretario general de la Organización de Estados Americanos Luis Almagro, el eurodiputado español Hermann Tertscht, y el ex presidente del senado chileno Patricio Walker); “Anatomía de un atentado” (con el abogado Álvaro Piaggio de Human Rights Foundation); “La noche no será eterna” (con Asdrúbal Aguiar y el escritor cubano exiliado Orlando Luis Pardo Lazo); y, realizado en idioma inglés, “El legado de Oswaldo Payá, un mártir cubano” (con el director del National Endowment for Democracy Carl Gershman, el ganador del Premio Pulitzer David Hoffman, y el ex embajador checo Martin Palaus).
Asimismo, participaron en diversos momentos de la jornada la periodista de Radio y Televisión Martí, Karen Caballero, los ciber-activistas e influencers Liu Santiesteban y Alexander Otaola, y los activistas pro-derechos humanos Félix Navarro y Guillermo del Sol, entre otros representantes no sólo de Cuba, sino también de Venezuela y Nicaragua, ya que la intención en hacer conciencia y causa común con todos aquellos que han sido víctimas de sistemas de corte comunista en América Latina.
Rosa Diez, entrevistada por Yunier Suárez, declaró: “Todo régimen totalitario lo primero que pretende es borrar la historia, excluir de la historia a todas aquellas personas honestas y valientes que han luchado precisamente para que todos los ciudadanos sean tratados como ciudadanos, al margen de sus ideologías, sus creencias y sus no creencias. La libertad es la batalla por la que luchó Oswaldo Payá. A él le debemos memoria: recordar es un deber. Y, por supuesto, le debemos dignidad y justicia.”
También en conversación con Yunier Suárez, el jefe de gabinete del portavoz del partido Vox en el congreso español, Matías Jove, insistió en que “Oswaldo Payá es una figura histórica porque mostró que era posible vencer al comunismo. Él supo representar como nadie un liderazgo moral del que estamos muy orgullosos todos lo que le conocimos. Supo vivir con integridad moral: un hombre hasta sus últimas consecuencias, denunciando las ideologías que no nos permiten ser hombres. Fue así como nos mostró que el comunismo era profundamente inhumano.”
En el panel sobre el rol a desempeñar por los parlamentarios latinoamericanos en la actualidad, Ricardo Morales Kuhn, el representante en México de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, conversó con el diputado guatemalteco Aníbal Samayoa del Partido Humanista, la ex diputada mexicana Cecilia Romero del Partido Acción Nacional, y la senadora colombiana Paola Holguín del Partido Centro Democrático. Todos coincidieron en la importancia de la lucha de Oswaldo Payá por la democracia, llevada a cabo en las más difíciles condiciones concebibles, por ser Cuba, durante hace más de medio siglo, la raíz desde donde se exporta el totalitarismo a todo nuestro hemisferio occidental.
En declaraciones a Rosa María Payá, el secretario general de la OEA Luis Almagro, consideró que el “legado vivo” más “fuerte” de su padre es “la fe, la confianza en que siempre hay una oportunidad para salir de una dictadura”, a propósito del libro póstumo La noche no será eterna (Ediciones Hypermedia, 2018) de Oswaldo Payá, una obra que Almagro calificó de “la mejor radiografía que jamás se ha hecho de la dictadura”: “cómo funciona, cómo se afirma, qué variables represivas utiliza, cómo utiliza la dimensión social para oprimir y reprimir, cómo va aniquilando los derechos de la gente”.
El ex presidente del senado chileno Patricio Walker, también en diálogo con Rosa María Payá, evaluó la vida y obra de Oswaldo Payá como un “puro testimonio”, un “ejemplo de coherencia entre lo que decía y lo que hacía”, un “patriota de verdad” y un “humanista cristiano” con “coraje”, que “alumbraba por su contenido, más que deslumbrar por el brillo, porque también brillaba”. Era alguien que “siempre actuó con ética y convicción”, pues “no estaba dispuesto a transar con el poder prostituido de la dictadura y el régimen totalitario cubano”. Y, en definitiva, su “lucha heroica” lo convirtió en “un héroe de la democracia y la paz”.
Al respecto, el eurodiputado español Hermann Tertscht le comentó a Rosa María Payá que su padre fue una prueba viviente de que “hace falta valor para defender los valores”. Por lo que Tertscht considera a Oswaldo Payá como “un coloso de la credibilidad”, un “enemigo capital de las fuerzas del mal, enemigas de la libertad y la verdad”, en medio de toda la “complicidad de las democracias occidentales” con la tiranía castrista, que se dedica la “exportación del odio y la miseria”.
En otro panel, Álvaro Piaggio de la HRF explicó sobre el atentado contra Harold Cepero y Oswaldo Payá, que “las evidencias contradicen la versión del gobierno cubano, que ignoró deliberadamente los testimonios de las personas que estaban presentes” en el propio atentado. De ahí que “los informes periciales posteriores no concuerdan con la historia de la dictadura” y, consecuentemente, que exista una “responsabilidad directa” del régimen cubano en su intención y acciones al atentar contra la vida de Harold Cepero y Oswaldo Payá el domingo 22 de julio de 2012.
En el panel de presentación virtual del libro “La noche no será eterna”, obra póstuma de Oswaldo Payá, el politólogo venezolano Asdrúbal Aguiar le comentó al escritor Orlando Luis Pardo Lazo que en esta suerte de testamento del mártir cubano, se encuentra “un pensamiento de una densidad admirable”, en especial a la hora de “enfrentar los desafíos que en este momento se están viviendo no sólo en Cuba, en Venezuela, y en las Américas”, sino también para entender la “lucha agonal” global con que los enemigos de la libertad arremeten hoy “en contra de las tradiciones judeo-cristianas y el mundo occidental”.
Antes de cerrar la jornada de homenaje, tuvo lugar el panel en inglés “El legado de Oswaldo Payá, un mártir cubano”, intercambiaron criterios el director del National Endowment for Democracy Carl Gershman, el ganador del Premio Pulitzer y periodista de The Washington Post David Hoffman, y el ex embajador checo en Estados Unidos Martin Palaus.
Finalmente, el homenaje culminó con una misa en la iglesia de Saint Raymond de Peñafort en Miami; siguiendo todas las normativas locales de salud y seguridad. Además de la presencia en la misa por parte de amigos cercanos y familiares, incluyendo a los tres hijos de Oswaldo Payá y su viuda, Ofelia Acevedo, el servicio religioso también se transmitió en vivo.
Los sicarios a sueldo del Ministerio del Interior cubano, cumpliendo órdenes criminales de la alta cúpula dirigente de la dictadura castrista, ejecutaron hace ocho años a dos cubanos de excepción. Sin embargo, en Harold Cepero y Oswaldo Payá sigue encarnando y resucitando la esperanza de una nación entera que hace ya mucho que se cansó de tener su soberanía secuestrada por una casta militar, en cuya decadencia sólo le queda para ofrecer la mentira, el miedo, y la muerte como mecanismos de gobernabilidad. Harold Cepero y Oswaldo Payá son ejemplos de una vida vivida en la verdad, y esa luz de libertad es cada vez más una inspiración para las nuevas generaciones de cubanos, dentro y fuera de la Isla, que son quienes más temprano que tarde van a realizar los cambios verdaderos a través de una transición a la democracia, con plena participación ciudadana y respeto a la dignidad íntegra de la persona humana.